Cómo hacer alitas picantes, paso a paso

Alitas de pollo, la parte más divertida del pollo.

Nos gusta en pollo; a todos; hasta a los niños. La de pollo es la carne favorita de los peques de la casa. Y del pollo, las alas. Pequeñas, divertidas, sabrosas y, si lo hacemos bien, crujientes.

Las alas de pollo son seguramente la parte del pollo más deseada; especialmente si crujen y pican. Eso es fundamental. La base es crear un aliño en el que se maceren las alitas un buen tiempo. Lo picante de ese aliño tiene muchas maneras y muchos grados (de picante).

Esta es nuestra propuesta que acepta, por supuesto, todo tipo de variaciones, porque ingredientes para que la comida pique hay varios (chiles, tabasco, jalapeños, etc). En esta receta, nuestras alitas pican y crujen... tanto que cuesta no coger una más.

Ingredientes (para 4 personas)

Alitas de pollo (12 alas enteras)
Ajo (1)
Guindilla fresca (media)
Limón (1)
Pimentón picante o dulce (1 cucharada)
Orégano o romero (1 cucharada)
Harina
Aceite de oliva
Pimienta
Sal

Información práctica

Tiempo de elaboración: 10 minutos de preparación, 2 horas de macerado y 15 minutos de cocinado
Calorías: unas 135 kcal por ración

Elaboración

Las alas de pollo que nos habrá vendido nuestro pollero tienen tres partes: punta, alita y muslo. Las puntas no tienen carne. De modo que las descartamos.
Cortamos las alas en "v" que nos quedan, separando la alita del muslo.
Ahora las limpiamos bien, retirando los restos de plumas, las ponemos en un bol y las salpimentamos.
Picamos bien fino el ajo y la media guindilla.
En el mortero, machacamos el ajo, la media guindilla y el orégano o romero (lo que prefiramos).
Hacemos zumo con el limón y lo añadimos al mortero, junto al pimentón (dulce o picante, según lo valientes que seamos).
Damos unas vueltas a la pasta resultante, hasta que se mezcle bien.
Echamos la pasta sobre las alitas de pollo y las rebozamos bien.
Impregnadas por igual, dejamos las alitas macerándose en el bol durante unas dos horas.
Pasado ese tiempo, las escurrimos y las pasamos por harina.
Ponemos una sartén con aceite de oliva.
Sacudimos las alitas para que suelten el sobrante de harina y las vamos friendo: deben quedar crujientes, pero hechas por dentro.
Las sacamos y las ponemos sobre papel de cocina para que absorban el exceso de aceite.
Dejamos enfriar un poco y a disfrutar.

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